miércoles, 16 de marzo de 2016

El cerebro y el piano: razones para empezar a tocar el piano YA

Mucho se ha dicho acerca de los beneficios que conlleva el aprender a tocar cualquier instrumento. Las personas que han aprendido a tocar guitarra, por ejemplo, aprenden a "sincronizar sus cerebros mientras tocan"; los bateristas, por su lado, aprenden a "llevar el ritmo ante cualquier situación”. Sin embargo, los pianistas, por su lado, no solo aprenden a coordinar sus manos y a usarlas simultáneamente, sino que según un estudio, el aprender piano puede provocar que el cerebro del pianista se estructure de una manera completamente diferente que al de cualquier otra persona. Esto hace al piano el último recurso para desarrollar una capacidad cerebral única y poderosa.

Para un aprendiz de piano, es necesario superar algo que a todos nos viene por defecto: el ser zurdo, o ser derecho. Para aquellos que son zurdos, el lado derecho del cerebro tiende a ser el dominante, mientras que para los que son derechos, resulta ser el lado izquierdo el que es dominante. Para un pianista veterano, esto ya no existe. El ser zurdo o ser derecho no se aplica a los pianistas, ya que estos tienden a demostrar un equilibrio en sus dos lados del cerebro. Los pianistas que nacieron derechos, ya no son completamente derechos, su lado más débil ha logrado igualarse –casi- al mismo nivel que su lado dominante.

Según un estudio, los pianistas veteranos tienen un lóbulo frontal más desarrollado; esto no significa cualquier cosa, sucede que el lóbulo frontal juega un papel importantísimo en roles como: toma de decisiones, comportamiento, resolución de problemas, comunicación, lenguaje y espontaneidad. El mismo estudio afirma que el cerebro de los pianistas veteranos se vuelve muy eficiente conservando energía. Con el tiempo, el cuerpo se las arregla para optimizar el flujo de sangre al cerebro, lo que se traduce como menos energía requerida por el cerebro para concentrarse en una tarea.

Los beneficios de aprender a tocar el piano, y convertirse en un pianista maestro, no son pocos: desde alcanzar la armonía entre ambos lados de nuestro cerebro, hasta optimizarlo y hacerlo mejor en tareas cotidianas. Sin duda, el ser un pianista es algo que vale la pena, y que muchas personas deberían aspirar a ser, si es que quieren mejorar, de una manera general, su cerebro, y lo que realiza su cerebro, que no es poco.

Referencias:
http://mic.com/articles/91329/science-shows-how-piano-players-brains-are-actually-different-from-everybody-elses#.4Ge7aHurP
http://www.musicandhealth.co.uk/articles/WatsonReview06.pdf
https://www.theguardian.com/science/2013/nov/12/scientists-creativity-pianists-brain-activity